domingo, 13 de mayo de 2007

Cinco Siglos Igual

Está sonando aquella vieja canción de León Gieco. Vieja no significa olvidada. Nos hemos acostumbrado a las injusticias. Vemos a los indígenas como personajes ya inexistentes de los libros de historia. Hijos de nadie. Gloria de un pueblo desaparecido. Y cuando aparecen los nuevos movimientos que reclaman aquellos derechos tan esenciales como perdidos, nos asombramos. La violencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, de los Sin Tierra Brasileños o de nuestros Piqueteros argentinos. Ponemos nuestra mejor expresión de "qué barbaridad". ¿Por qué no preguntarnos sobre el origen de los conflictos antes de asombrarnos por la violencia?. Nadie lucha por nada. Nadie muere por nada. Hay motivos que no se describen con palabras. Hambre y pobreza. Alberdi no creía en el concepto de Héroes. Decía que es el propio movimiento de la historia y de los pueblos el que genera los cambios, no los lídres. En América del Sur si no hubiese sido un San Martín, hubiera sido un Simón Bolívar, o un Sucre, o quien fuere. Pero la historia la marcan los pueblos, y aquí su voz no se puede omitir. Marcos no es más que una excusa, no es más que la imagen visible del problema.

1 comentario:

José Di Bártolo dijo...

Rober:
Es un tema amplio como hablamos y bien actual.
Sé que le podés dar un toque bien personal que hace de cada blog digno de ser leído.
Bien el diseño y el uso de links.
Saludos, José.